La publicación de las imágenes de un objeto sobrevolando la minera Collahuasi en la Región de Tarapacá de forma oficial como un ovni (objeto volador no identificado), puso en la palestra pública el trabajo que realiza el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (Cefaa), que pertenece a la Dirección General Aeronáutica Civil (DGCA).
El organismo que se encarga desde 1997 de analizar las observaciones anómalas que se hacen al cielo nacional ya acumula mil solicitudes sólo este año. Del total general, aproximada sólo un 3% corresponden a ovnis.
En conversación con Publimetro el director del Cefaa, Ricardo Bermúdez, aseguró que la mayoría de los casos que no resultan ser ovnis, se trataban de meteoritos, planetas, aviones o incluso alucinaciones de quienes envían el material audiovisual. “Un alto porcentaje son fenómenos astronómicos. La gente confunde Venus muy brillante con un ovni. La gente no mira hacia el cielo y debería hacerlo siendo que es tan bonito. También se da mucho que finalmente son meteoritos o basura espacial que está entrando a la atmósfera. Países como China o Rusia avisan cuando ingresa esta ‘chatarra especial’ para que los aviones no pasen por ahí en ese momento”.
Con respecto a los registros fotográficos, Bermúdez dijo que muchas veces la explicación es tan simple como un bicho o pelusa en la cámara. “Algunos se llegan a ver como un platillo volador perfecto”, agregó. Además recalcó que en el comité existen siquiatras y sicólogos para tratar los casos de personas que “alucinan” con este tipo de casos. “Ellos nos mandan videos y fotografías y nosotros las analizamos y les envíamos los formularios correspondientes. Pero hay gente muy divertida, envían la foto y dicen ‘bueno qué es lo que es’”.
Proceso de verificación
El material de investigación del Cefaa en el caso de las fotografías consiste en el análisis a través de expertos que hacen en paralelo con la imagen en distintos colores.
Sin embargo, el método más importante de investigación recae en los radares aeronáuticos con los que cuentan, que pueden detectan objetos extraños en el aire. “El radar es algo bien objetivo. Ahí hay una investigación completa donde se concluye que hay un objeto. El radar de carácter primario envía una señal y si hay un objeto rebota la señal, vuelve y la interpreta”, explicó.
