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Tras el terremoto que afectó a la zona norte y centro del país, la población ha debido soportar un enjambre sísmico que, según ha detectado el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, ha generado más de 500 réplicas. Una situación “normal”, dice Jaime Barrientos, director de la entidad.
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Considerando la experiencia y conocimiento que se tiene de otros eventos de similar magnitud, el experto indica que “al menos durante cuatro meses se sentirán replicas perceptibles por la población. Sin embargo, por más de un año éstas serán detectadas de manera instrumental”.
Hasta el momento, 16 de estas réplicas han tenido una intensidad mayor a 6º.
Respecto a la posibilidad de tsunamis producto de estos eventos, Barrientos indica que, pese a que “las muchas de replicas tienen su origen en la zona de ruptura que, está comprendida principalmente entre la costa, o inmediatamente bajo la costa, y la fosa, no existe riesgo de tsunami si las replicas se mantienen en niveles de magnitud menores. Es decir, inferiores a 7º”