Estudiantes exigen al Mineduc plazos concretos en la tramitación y las metas de la reforma educacional 

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“Creemos que es perjudicial que no existan plazos concretos (…) Entendemos que la Nueva Mayoría  tiene distintas fuerzas, pero eso no puede ser una excusa para decirle a Chile que el proyecto educativo puede ser un vaivén antojadizo de distintas fuerzas (políticas). Esta es una responsabilidad política que ustedes tienen, señores parlamentarios. Tienen la responsabilidad de responderle a Chile por todos los años que hemos sido postergados”. Con esas palabras, Ricardo Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, criticó la poca claridad en los plazos del proyecto que elimina el lucro, el copago y la selección y llamó a establecer fechas concretas tanto para la tramitación como para el cumplimiento de las metas que prometió, como acabar definitivamente con el copago.

Paredes participó este miércoles 19 de noviembre en la sesión de la Comisión de Educación del Senado, a la cual también asistieron otros representantes de la Mesa Social por la Educación, como la Confech y el Colegio de Profesores. En la instancia los dirigentes criticaron duramente el que no haya pasado la indicación que sancionaba con cárcel el lucro y la posibilidad de que se permite arrendar. 

“¿Cómo el arriendo puede no ser lucro? Si tengo un departamento y lo arriendo, estoy lucrando. Claro, estoy en mi derecho porque es mi propiedad, pero si es un proyecto educativo es distinto. Si arriendo mi edificio para que hagan un colegio, estoy lucrando. ¿Qué pasa si me ofrecen hacer un supermercado en ese edificio? Entonces voy a elegir hacer un supermercado porque me trae mayores ganancias. Cuando hay un mercado inserto en un sistema educativo siempre va a ser el mercado lo que va a preponderar por sobre el proyecto educativo”, aseguró Valentina Saavedra, presidenta electa de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

Los estudiantes presionaron porque se aclaren las posturas respecto a este y otros temas. “La definición de la reforma está en función de la necesidad de los sostenedores y no de la necesidad de las familias y de los estudiantes chilenos”, criticó Melissa Sepúlveda, presidenta de la FECH, quien remarcó que hay distancia entre la reforma del Gobierno y lo que realmente desea la ciudadanía y el movimiento estudiantil.

En tanto, Andrés Palma, el secretario ejecutivo de la reforma, aseguró que terminar con el copago implica un esfuerzo monetario que no es capaz de concretarse en este Gobierno, por lo que se extendería a los siguientes. Esto, principalmente porque acabar con el financiamiento compartido implica “duplicar el conjunto de subvenciones. Hoy eso es $75.000 si es que se considera todos los escenarios de tipo de colegio y estudiante”, dijo Palma.

Respecto al lucro, el DC Ignacio Walker manifestó también su postura: “Para evitar el lucro encubierto, que es la gran preocupación de todos, legítima además por lo que ocurrió en las universidades, hay dos maneras: o se prohíbe o se regula”.