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Por primera vez, desde fines de la década de los 90, Santiago amanece en medio de una emergencia ambiental. Sin embargo, y pese a que la medida no se tomaba hace ya varios años, los altos niveles de polución han sido una constante. De hecho, la capital chilena se ubica hace tiempo dentro de las ciudades más contaminadas a nivel mundial y, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la materia, correspondiente al año 2010, Santiago es la ciudad latinoamericana más contaminada y la segunda a nivel mundial. Por ello, los expertos advierten los distintos problemas de salud que generan los altos niveles de contaminación.
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La alta concentración de partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) es altamente dañina para las personas, ya que al ser tan pequeñas (100 veces más delgadas que un cabello humano) viajan directamente a los pulmones con el riesgo de alojarse en los alvéolos. En ese sentido, el Dr. Felipe Rivera, médico jefe del área broncopulmonar de la Clínica Dávila, explica que “el peligro más inminente es que estas partículas y gas penetren el aparato respiratorio, provocando no sólo inflamación, sino que un fenómeno irritativo importante”.
De acuerdo al experto, si bien hay sectores de la población más vulnerables, como los niños, los ancianos y quienes tienen problemas cardio-respiratorios, la situación es preocupante a nivel general. “Cuando hablamos de emergencia, estamos hablando que la cantidad de partículas, gases y una serie de tóxicos en la atmósfera alcanzaron niveles que presentan un peligro inminente para la población a corto plazo, a mediano plazo y a largo plazo. Lo que más vemos son cuadros irritativos. Porque la gente que respira este aire es más susceptible a que se irriten las cubiertas del aparato respiratorio llamadas mucosas. Rinitis, congestión nasal, tos, picazón de la garganta, conjuntivitis, son algunas de las situaciones que enfrentamos. Ahora, a largo plazo, la exposición prolongada de esta sustancia puede provocar un daño pulmonar crónico, lo que es grave”, dice Felipe Rivera.
Al respecto, el doctor hace alusión a la situación vivida en otros países, donde la contaminación ha generado diversas patologías en la población. “En Ciudad de México, por ejemplo, un porcentaje importante de individuos tiene enfermedades pulmonares similares a la inhalación de humo de tabaco, sin que hayan fumado. También se ha visto que las ciudades contaminadas tienen un porcentaje mayor de fenómenos obstructivos y bronquiales, como el asma. También se producen irritaciones crónicas que, cuando presentan complicaciones, pueden llegar a ser mortales. Por eso se están tomando las medidas en el sentido correcto. Se trata de un peligro real. Esto no es cuento”.
“Si fuera jugador de copa América no juego”
Otro que se muestra preocupado frente a la situación que viven los santiaguinos es el Dr. Luis Díaz Robles, experto en Ingeniería Ambiental y académico del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago de Chile.
Robles explica que según la exposición a las sustancias tóxicas diversas son las repercusiones nocivas para la salud, algunas tan graves como el cáncer. “Cuando los niveles son demasiado altos, pueden ocurrir muertes prematuras en adultos mayores por problemas cardiovasculares. Y, en las ciudades que están altamente contaminadas con humo de leña, hay estudios que señalan que los tóxicos presentes tienen gran incidencia en el cáncer testicular”.
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El especialista también hace un llamado en el marco de la copa América. Si bien reconoce que es imposible suspender un torneo de tal magnitud, indica que se genera una paradoja ya que “cuando hay emergencia y preemergencia ambiental se obliga a la población a apagar las estufas a leña y se prohíben las actividades deportivas al aire libre en los colegios”. Sin embargo, “no se suspenderán los partidos, aunque haya emergencia”.
Al respecto indica que “cuando hay preemergencia o emergencia ambiental, un deportista hace circular por su pulmones 20 veces más aíre contaminado, por lo que tendría una mayor dosis de este material particulado peligroso, y pudiese tener un efecto de rendimiento y de fatiga muscular mayor. Es una exposición fuerte a altos niveles de contaminación. No habrá una muerte prematura. Es poco probable, pero sí puede haber un efecto a corto plazo en un jugador. Sí pueden generarse problemas respiratorios en un deportista. Si yo fuera jugador de la Copa América, no juego si veo ese nivel de humo”, indica.