“Aunque no lo crean estoy contento y tranquilo. Es una decisión que viene dentro de mi cabeza hace mucho tiempo. Y estuve esperando y pensando. Estas decisiones complejas hay que dejarlas decantar y se deben analizar bien”, expresa en la carta que tituló con el nombre del compuesto que consumió.
Manuel Farías, amigo de Ramdohr desde hace cuatro años, confirmó lo sucedido y declaró a la tercera que el fallecido joven “era muy inteligente. Uno nunca se va a imaginar una cosa así”.
El hombre, que dedicó su vida a la bioquímica y la ciencia, durante todo el escrito comenta que la decisión es responsabilidad de su “mente rota” y que finalmente se “aburrió de estar peleando consigo mismo tantos años”. En la misiva pide disculpas a quien le causa dolor esta acción, expresa su agradecimiento a todos aquellos que compartieron con él y hace una invitación a disfrutar la vida.
“Les deseo lo mejor a todos, seguro que les irá bien y que estarán bien. Son buena gente, y por eso los quiero. No lo pasen mal. Pásenla bien. Dejen de preocuparse por weas. Aprovechen que tienen una cabeza que los tolera. Canten y bailen, ríanse”, expresa el joven en su blog.
