Tras la polémica que se generó este lunes por el video de unos adolescentes que practicaban sexo explícito, que fue subido a la web y viralizado rápidamente a través de las redes sociales, la directora nacional del Sename, Marcela Labraña, presentó hoy una denuncia ante la PDI y solicitó que se realizaran todas las acciones para eliminar de la web cualquier registro de este video.
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“Primero que todo tenemos que generar conciencia como sociedad que este es un tema tremendamente delicado. Estos jóvenes creen que están jugando y creen que esto está bien porque la niña aprobó que la grabaran y no entienden que con estos juegos sexuales hay una vulneración de la niña”, señaló Labraña.
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La autoridad agregó que “tenemos que comprender el tremendo poder que tienen las redes sociales y utilizarlas de manera positiva, porque este video afecta directamente el desarrollo personal y social de la niña, además de utilizar las redes sociales como una plataforma de difusión de material sexual explícito de menores“.
Durante, la tarde de ayer, Marcela se puso en contacto con los jóvenes a través de su cuenta de Twitter, quienes se mostraron bastante “desafiantes”, porque justificaban su accionar con el hecho de que “Fifi” aceptó ser grabada. Estos antecedentes también se entregaron a la PDI.
El jefe de la Brigada del Ciber Crimen de la PDI, Jaime Jara, señaló que “alertados por las redes sociales se tomó conocimiento ayer de este hecho y de inmediato se realizaron las coordinaciones con el Ministerio Público para identificar a los responsables de la elaboración y difusión del vídeo”.
La directora del Sename agrega que estos jóvenes se “exponen a ir a la cárcel, porque lo que hicieron es un delito”, ya que la difusión de material pornográfico de menores de edad arriesga penas que van de los tres a los cinco años de reclusión, agregando que hay una ley de responsabilidad penal adolescente que afecta a todos quienes hayan cumplido los 14 años.
El sicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant, explica la conducta de la joven denominada ‘Fifi’ y cuáles podrían ser las implicancias que puede tener esto en su vida y su desarrollo emotivo y social. “La sobreexposición genera un juicio emocional por la corta edad de la niña (…) por ser una adolescente le faltan aún recursos emocionales, intelectuales y espirituales que la puedan sostener frente a burlas o sanciones morales de las personas que la rodean”, agregando que también se podría ver afectada por un cuadro de ansiedad o “verse expuesta a una depresión”.
Para entender qué llevó a Fifi a permitir que la grabaran, hay que entender la conducta de esta joven desde su ciclo evolutivo, porque según el sicólogo “la sexualidad de una persona se desarrolla desde que nace, porque la sexualidad lo es todo, no sólo lo físico, pero en este caso puntual se expone a mostrar lo físico y ahí se entiende que ella quiere probar a través de un juego su propia búsqueda de identidad”. Marchant señala que muchas veces estas conductas se realizan con impulsividad y sin medir consecuencias para “validarse ante sus pares”, que en la mayor parte de los casos son incluso “más importantes que sus propios padres”.
Labraña concluye que lo que viene ahora es “proteger a ‘Fifi"”, porque ella es la principal víctima de esto y aún no sabe a lo que está expuesta, viene una etapa muy dura para ella”.