Una dulce dosis de ternura en la web consiguió Millaray Viera al publicar en sus redes sociales un bonito video en que juega con su hija menor, Celeste, de seis años.
PUBLICIDAD
La pequeña hace el rol de periodista, micrófono en mano, al entrevistar a su madre, con mucha ingenuidad y dulzura.
Recomendado
“Me sentía la peor madre del mundo”: Natalia Rodríguez realizó fuerte descargo tras estado de salud de su...
“Sebastián no salió”: Negro Piñera recordó cómo se enteró del trágico fallecimiento de su hermano
Mane Swett saluda a sus fans con dulce y significativo video desde Nueva York: “Mi gatito”
La figura televisiva compartió el registro en su cuenta de Instagram, la cual cuenta con más de 700 mil seguidores, despertando muchísimas reacciones de su fanaticada, que le celebró la bonita dinámica que tuvo con su retoña, así como las risas que mantienen en el divertido juego.
“Esta es, por lejos, la mejor entrevista que he dado en mi vida (fue idea de ella)”, escribió la también cantante en la descripción del posteo.
Bonita relación madre e hija
“Estoy muy nerviosa, nunca me habían hecho una entrevista tan importante”, señala la presentadora de televisión al inicio del video.
El registro fue grabado en el living de la casa familiar, donde Celeste le plantea divertidas preguntas a su madre, que las hacen reír en varias ocasiones.
“¿Cuál es tu personaje favorito de la película ‘Mi Pobre Angelito’?”, “¿cuál es tu color favorito?” (la respuesta de Millaray fue el celeste, como el nombre de su hija menor), “¿qué te da miedo?” (Viera respondió “los ratones”) y “¿cuál es tu huevo favorito?” (en una confusión de palabra de Celeste), fueron algunas de las consultas de la improvisada periodista.
Uno de estos momentos en que ambas no pudieron contener la risa fue cuando Celeste quiere saber la edad actual de la exconductora de “Sabingo”. “(Tengo) 36 años”, le indica, a lo que la niña comenta: “¡Demasiado!”.
La simpática dinámica que mantienen deja en evidencia la bonita relación madre e hija que suelen tener en sus espacios más personales.
“Chaito, gracias por estar en la entrevista”, fue el cierre de la pequeña “profesional” de las comunicaciones.