Jorge Elías González Vásquez, el chamán contratado para detener las lluvias durante el Mundial de Fútbol Sub-20, es una más de las víctimas del invierno y se inundó.
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En noviembre, un derrumbe provocado por la lluvia destruyó su parcela cafetera, en la vereda Picachos, ubicada a dos horas de Dolores, municipio del oriente del Tolima. “Los aguaceros originaron un desplome de la montaña que acabó con mi finquita. Las matas de café quedaron debajo de toneladas de tierra” , aceptó González.
El hombre, de 64 años, confesó que lo único que quedó a salvo es su pequeño rancho de bahareque, sin pisos y con techos de zinc. Además, está casi incomunicado pues la única vía que une su pueblo con Ibagué está bloqueada hace un año. “Es un calvario, hay que hacer malabares para superar los derrumbes”, dice. Ojalá el gobierno nos aude”.
Debido a su polémica contratación, este campesino de cara arrugada y barba escasa se hizo famoso. González se sorprende de que su nombre esté en los titulares de los medios de comunicación, indicó Caracol Radio. Y se asusta de que la Fiscalía, según oyó en su viejo radio de pilas, lo vaya a llamar a declarar, “como si yo fuera un delincuente” .