Se trata de Huug Bosse, quien el 2010 fue operado por un accidente a la cadera. Cuando despertó de la anestesia su problema fue mayor: No puede parar de reír.
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Aunque el caso bien puede ser tomado como una broma, lo cierto es que ha provocado graves conflictos entre sus cercanos, a quienes les cuesta entender lo que sucede.
Ve el video y revisa esta insólita y dramática historia.