Los exorbitantes salarios son una constante en los deportes. Futbolistas como Cristiano Ronaldo ganan 80 millones de dólares anuales, el basquetbolista LeBron James obtiene 72.3 millones de dólares en el mismo periodo y el boxeador Floyd Mayweather ingresa 105 millones de dólares en un año (Forbes, 2014). Pero algunas figuras del deporte pierden todo lo que ganan en su carrera profesional y terminan en bancarrota.
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Casos como el de Andreas Brehme, ex futbolista y campeón del mundo con Alemania en 1990, quien está cerca de perder su casa por un adeudo de 200 mil dólares con bancos, o los 3 millones de dólars que el futbolista chileno Iván Zamorano le adeuda a los bancos, cada vez se repiten más. Pero, ¿a qué se debe que los deportistas de alto rendimiento caigan en desgracia?
David Francisco Ayala Murguía, catedrático de la carrera de psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el dinero se ha convertido en el valor más importante y “los problemas surgen cuando la fama o la fortuna faltan”. De acuerdo con Sofía Macías Liceaga, experta en finanzas personales, esto se ve en mayor medida cuando, al obtener grandes cantidades de dinero, “pierdes la noción y te da el síndrome de millonario por un día” por lo que los despilfarros se dan de manera continua.
En activo y sin dinero
En 2011, la consulta Schips Finanz señaló al semanario alemán Sports-Bild que 30% de los futbolistas activos estaban en la ruina. Según Ayala Murgía, esto se debe a que al obtener sus ganancias con poco esfuerzo y pensando que nunca se van a acabar, “despilfarrar dinero es una manera de decir ‘soy mejor que ustedes, véanme, me luzco con esto’ y lo hacen de manera constante”. Esa misma perspectiva tiene Sofía, quien comenta que “sin importar la cantidad que ganen, conforme incrementan sus ingresos, se ponen a gastar más”; algo a lo que se le llama “efecto Duesenberry”.
Macías Liceaga recuerda que la vida laboral activa de un deportista es corta, por eso “lo inteligente sería pensar de qué van a vivir cuando se retiren e ir separando algo de sus ganancias cuando están activos”.
El problema del retiro profesional
La situación económica de los deportistas empeora cuando dejan el deporte de alto rendimiento y por eso son posibles cifras como las del Sindicato de Futbolistas Profesionales (VDV) de Alemania, mismo que indica que tres de cada cuatro jugadores activos no están preparados para ganarse la vida en algo diferente al fútbol (Deutsche Welle, 2014). El panorama luce más desalentador al conocer que el 78% de los ex jugadores de la NFL lo pierde todo tan solo dos años después de retirarse y el 60% de los basquetbolistas de la NBA quedan sin dinero a los cinco años de abandonar las canchas, según Schips Finanz.
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Sofía Macías, autora del best seller “Pequeño cerdo capitalista” (Aguilar, 2011), comenta que “la falta de previsión, consumismo y poca o nula planeación de futuro” son algunos de los factores para que deportistas vayan a la ruina.
Expertos señalan a la “planeación” como uno de los ejes fundamentales para afrontar el futuro debido a que deportistas de alto rendimiento se retiran antes de los 40 años de edad. El otro factor a considerar, acota el catedrático de la UNAM, es “evitar los excesos y no caer en las drogas”.
7 recomendaciones de Sofía Macías para no terminar en la ruina
* Pensar en el futuro.
* Tener claras sus metas.
* Aplicar el “quítamelo que me lo gasto”.
* Separar dinero siempre de acuerdo a las metas.
* Si aumentan sus ingresos, incrementar de igual forma el ahorro antes de que se acostumbren a gastarlo
* Invertir sus ahorros de manera responsable.
* Dedicar tiempo a su educación financiera.
