Era un martes más en la vida del policía Ryan Nash, pero a partir de las tres de la tarde todo cambió.
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El agente del Departamento de la Policía de Nueva York (NYPD, por su sigla en inglés) se encontró a esa hora cara a cara con el atacante Sayfullo Saipov, quien acababa de matar a 8 personas y de herir a al menos 11 al embestir con una camioneta contra ellos en una vía de bicicletas en el suroeste de Manhattan.
Saipov, de 29 años, comenzó a correr después de haber estrellado el automóvil contra un transporte escolar. Nash estaba acompañado de otros tres agentes, pero era el que se encontraba más cerca del agresor.
El sospechoso, de origen uzbeko, apuntó lo que parecían ser dos armas de fuego hacia los policías mientras se acercaban. En el acto, Nash disparó nueve veces contra Saipov y logró herirlo en el abdomen.
Saipov fue arrestado y permanece bajo custodia en un hospital de Nueva York. Se pudo corroborar luego que las armas que portaba eran de perdigones y de paint-ball.
Nash, por su parte, no ha aparecido en público. Pero las autoridades de la ciudad se han encargado de que nadie olvide al policía de 28 años.
Talento y valentía
"Todos los neoyorquinos deberían agradecerle a Ryan", dijo el miércoles en una conferencia de prensa el comisario jefe de la Policía de Nueva York, James P. O’Neill.
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El gobernador del estado, Andrew Cuomo, alabó el mismo día la actuación de todo el equipo policial, pero se refirió específicamente a Ryan Nash como un funcionario que "demostró lo importantes, valientes y talentosos que son nuestros policías".
Nash lleva cinco años como funcionario de la policía de la ciudad de Nueva York, un cuerpo de seguridad que se ha entrenado para enfrentar este tipo de situaciones desde los atentados contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Justo antes del ataque, se encontraba en una escuela secundaria en el suroeste de Manhattan atendiendo una emergencia de un estudiante que había manifestado su intención de suicidarse, según el diario The New York Times.
La cercanía de la escuela con el lugar del atentado, calificado por el alcalde Bill de Blasio como un "actor de terror", permitió que Nash y otros tres de sus compañeros llegaran rápido a confrontar a Saipov.
El agresor ya había embestido la camioneta tipo pick-up contra los transeúntes, matando a ocho personas, de las cuales cinco eran ciudadanos argentinos.
Pero el incidente "pudo haber sido mucho peor" sin la actuación de Nash, advirtió el comisario en jefe de NYPD, James O’Neill.
De Blasio secundó a O’Neill al decir que el joven agente "fue quien impidió que esta tragedia continuara".