Renombrados artistas como Marc Chagall o Vasili Kandinski vieron de cerca la revolución bolchevique de 1917, que acabó con tres siglos de dominio de los zares y sacudió las bases de la sociedad rusa.
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En medio del tumulto sociopolítico, el mundo de la cultura comenzó a debatir qué forma debería tener el "arte del pueblo", lo que dio origen a una rica etapa de experimentación e innovación estética.
Así, entre 1917 y 1932, cuando las posibilidades parecían ilimitadas, el arte ruso floreció en múltiples formatos y estilos: desde pinturas abstractas y con composiciones dinámicas hasta originales fotografías y piezas de porcelana.
La revolución, sus líderes, los trabajadores y las máquinas fueron los temas dominantes.
Sin embargo, esta era de optimismo no duraría mucho: a fines de 1932 el brutal régimen de José Stalin cerró la cortina a la libertad creativa.
En BBC Mundo te presentamos algunas de las mejores obras de aquella época de oro, que formaron parte de una exhibición de la Royal Academy of Arts en Londres.