El heredero del trono de Arabia Saudita acaba de consolidarse en el poder con una gigantesca purga de la élite política y empresarial del reino.
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Un nuevo comité anticorrupción, liderado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, ordenó este fin de semana el arresto de otros 11 príncipes, cuatro ministros y docenas de exministros.
Entre los capturados destaca el príncipe Alwaleed bin Talal, un multimillonario con inversiones en Apple y Twitter que es considerado uno de los hombres más ricos del mundo.
La revista Forbes estima la fortuna de bin Talal -quien también es dueño del prestigioso hotel Savoy, en Londres- en unos US$17.000 millones.
Después de la noticia de su arresto, las acciones de su firma de inversiones Kingdom Holding -una de las principales del país- cayeron un 9,9% en la bolsa de valores local.
Y el corresponsal de la BBC para asuntos de seguridad, Frank Gardner, describió los eventos del sábado por la noche como "una atrevida jugada" del príncipe bin Salman y "nada menos que sísmicos".