Entre las 26 víctimas mortales y 20 heridos en el tiroteo ocurrido en una iglesia en Texas hay varios miembros de una misma familia, según reportaron medios locales.
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El ataque se produjo la mañana de este domingo (hora local) en la Primera Iglesia Bautista, en la pequeña localidad de Sutherland Springs, a 48 kilómetros de la ciudad de San Antonio, cuando el atacante, vestido con indumentaria táctica color negro, empezó a disparar indiscriminadamente.
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La mitad de las víctimas del ataque son niños. Las historias de algunos de los fallecido empezaron a aparecer en los medios estadounidenses.
Joe Tackitt, alguacil del condado de Wilson, al que pertenece Sutherland Springs, le dijo a la BBC que cree que cinco o seis de las víctimas del tiroteo eran de la misma familia, pero medios de Estados Unidos elevaron esa cifra a ocho.
Una pareja, Joe y Vlaryce Holcombe, dijo en una entrevista con el Washington Post que perdieron a ocho familiares en el ataque, lo que incluye a varias generaciones, desde hijos a nietos y bisnietos.
Entre ellos su hijo, Bryan Holcombe, de 60 años, que era auxiliar del pastor y se dirigía al púlpito cuando fue tiroteado, contó Joe Holcombe al Post. La esposa de Bryan, karla, de 58 años, también murió.
Entre los fallecidos también se encuentra su nieta política, Crystal Holcombe, que estaba embarazada. Ella murió junto con su bebé no nacido, y otros tres de sus hijos. Su marido y sus otros dos hijos, que también estaban en la iglesia, sobrevivieron, dijeron los Holcombe al diario estadounidense.
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Los Holcombe explicaron que también perdieron a su nieto Marc Daniel Holcombe, y a la hija de éste, que tenía alrededor de un año.
Otra feligresa, Sandy Ward, le dijo al New York Times que su nuera y tres de sus nietos habían recibido disparos.
La hija del pastor entre las víctimas
El pastor de la Primera Iglesia Bautista, Frank Pomeroy, le dijo a la cadena ABC que su hija de 14 años, Annabelle, fue otra de las víctimas fatales del tiroteo.
Pomeroy, quien se encontraba fuera de la ciudad, en Oklahoma en ese momento, la describió como «una niña muy bella y especial» en una llamada telefónica a la televisión.
La madre de la adolescente tampoco se encontraba en la iglesia cuando sucedió el ataque.
El atacante fue identificado como Devin Patrick Kelley y se cree que el ataque pudo estar motivado por una disputa familiar, ya que en los últimos días, según medios locales, había enviado textos amenazantes a su exsuegra.
El alguacil de Wilson dijo que la exesposa de Kelley, así como otros miembros de su exfamilia política, acudían ocasionalmente a la iglesia, pero no estaban en el momento del tiroteo.