"No tengo intención alguna de esconder la culpa. (Hoy) me reiré y mañana moriré si me condenan a muerte".
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Eso fue lo que declaró Chisako Kakehi, la septuagenaria a la que la prensa japonesa apoda la "viuda negra", ante el juez en julio pasado tras reconocer haber matado a su marido Isao Kakehi.
Y lo que adelantaba en su confesión se cumplió este martes, cuando el Tribunal del Distrito de Kioto la condenó a la pena capital por el asesinato de Isao, de 75 años, y de otras dos de sus parejas, Masanori Honda (71) y Minoru Hioki (75), así como por el intento de asesinato de un conocido, llamado Toshiaki Suehiro (79) , entre 2007 y 2013.
De acuerdo a la sentencia, Kakehi los engañó para que tomaran cianuro, diciéndoles que era una bebida curativa, y poder así heredar sus bienes y pagar sus deudas.
En cada uno de los casos, antes de proporcionar la sustancia a la correspondiente víctima ya había preparado los documentos notariales en las que se presentaba como la heredera y la beneficiaria de su seguro de vida, concluyeron los jueces.
La japonesa fue arrestada en noviembre de 2014 acusada del asesinato de su cuarto marido, Isao Kakehi, quien murió un año antes, justo al mes de que se hubieran casado, en la casa conyugal en Muko, al sur de Kioto.