El príncipe Carlos hizo campaña para alterar los acuerdos sobre el cambio climático sin haber revelado que en su patrimonio privado tenía un interés financiero offshore que se beneficiaba de sus esfuerzos, según una investigación de BBC Panorama.
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Los Paradise Papers muestran que el Ducado de Cornwall compró de forma secreta en 2007 acciones por un valor de US$113.500 en una compañía de Bermudas que se beneficiaba del cambio en las políticas climáticas.
El príncipe era amigo del director de la compañía en cuestión, Sustainable Forestry Management Ltd, pero él ha dicho que no estuvo involucrado directamente en las inversiones.
Un portavoz de Clarence House, la casa del príncipe de Gales, dijo que Carlos "ciertamente nunca ha decidido hablar sobre un tema simplemente porque haya una compañía en la que podría haber invertido".
"En el caso del cambio climático, sus puntos de vista son bien conocidos, dado que ha estado advirtiendo sobre los riesgos del calentamiento global para nuestro medio ambiente durante más de 30 años", dice la declaración.
"Los bonos de carbono son solo un ejemplo de lo que el príncipe ha defendido desde los años 90 y continúa promoviendo en la actualidad".
Conflicto de intereses
El portavoz también dijo que el príncipe Carlos era "libre de ofrecer ideas y sugerencias sobre una amplia gama de temas" y se "preocupa mucho" sobre el tema del cambio climático, pero eso es "para que otros puedan decidir si tomar el consejo".
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Alistair Graham, expresidente del Comité de Normas en la Vida Pública, dijo que las acciones del príncipe Carlos suponen un grave conflicto de intereses.
"Hay un conflicto de intereses entre sus propias inversiones a través del Ducado de Cornualles y lo que está tratando de lograr públicamente", dijo.
"Y creo que es desafortunado que alguien de su importancia, de su influencia, se vea envuelto en un conflicto tan grave", añadió.
Los documentos filtrados en poder de la firma de abogados Appleby muestran que el Ducado de Cornualles también hizo inversiones en el extranjero en 2007 por un total de US$3,9 millones, en cuatro fondos de inversión en las Islas Caimán.
Esto es legal y no hay nada que sugiera que se haya producido evasión fiscal.
Un portavoz del Ducado de Cornualles dijo el príncipe Carlos paga voluntariamente impuestos sobre cualquier ingreso.