Todo lo que escribe el autor venezolano Alberto Barrera Tyszka le lleva a la crisis que vive su país.
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Barrera Tyszka, de 57 años y quizá el escritor venezolano de mayor reconocimiento internacional del momento, no puede escapar de lo que ocurre en Venezuela aunque pase la mayor parte de su tiempo en México.
El autor de "Patria o Muerte" y "La Enfermedad", entre otros títulos, trabaja en una nueva novela que quería ambientar en México, pero que finalmente tendrá como escenario Caracas.
Barrera Tyszka, firme opositor del gobierno de Venezuela, participará en una charla en el Hay Festival Arequipa, en Perú, ocasión a la que BBC Mundo acompaña con una cobertura especial.
Antes de viajar habló por teléfono con BBC Mundo del momento que vive su país y de la creciente emigración y sus efectos personales y globales.
Uno de los efectos de la crisis en Venezuela es la emigración. Eso tiene un impacto en un país que nunca emigró y que incluso fue refugio para los que llegaban en busca de libertad y garantías económicas.
Hay un cambio en la identidad, en el ADN del venezolano. Éramos un país que nos veíamos como un país rico y generoso que recibía inmigrantes que venían por razones políticas o económicas. Aprender a ser emigrante es ahora fundamental en nuestra configuración. Es un aprendizaje para un país que por nuestra condición de país petrolero teníamos a los inmigrantes haciendo otros oficios en el sector servicios. Ahora nos toca a nosotros aprender a ganarnos la vida afuera.
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¿Puede eso de alguna manera tener algo positivo a largo plazo para Venezuela?
Habría que plantearse si alguien que sale con 18-19 años dentro de cinco años ya no tiene otra familia, si está dispuesto a volver o no. Enriquecería muchísimo eso, pero eso está basado en una hipótesis optimista y esperanzadora: que el conflicto se resuelve y el país tiene un futuro donde caben estos emigrantes.
¿Tiene también un efecto político esa emigración en cuanto a que la gente que se va está descontenta con el gobierno?
El grueso de la gente que emigra podría votar por la oposición y configura una ausencia importante dentro del país. Pero se pierde también en términos de liderazgo en todos los sectores. Se va yendo gente que desde la sociedad civil, la empresa o la universidad puede ser punto de fuerza en contra de un proyecto totalitario como el del gobierno.