Si uno entra en la Torre Trump de Nueva York, encontrará un "Trump café", una "Trump heladería"… y la sede estadounidense de uno de los bancos estatales más grandes de China.
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El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), de propiedad estatal y una de las mayores entidades financieras del mundo por valor de activos, firmó un acuerdo para alquilar un espacio en el emblemático edificio hace casi diez años y, según lo acordado, seguirá allí hasta 2019.
Este contrato es uno de los vínculos más directos entre el gobierno chino y el actual presidente de Estados Unidos, y, a ojos de sus críticos, eso supone un problema.
Poco antes de su llegada al poder, Trump cedió el control de su imperio empresarial a sus hijos mayores, pero grupos ciudadanos y políticos consideran que no es suficiente para evitar conflictos de interés, pues el presidente no se ha desprendido de sus activos.