"En la entrada de una sauna en Japón una señora muy ofendida le dijo a mi tía que no podía entrar porque tenía un tatuaje", cuenta a BBC Mundo una turista española que no quiere ser identificada.
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Dice que fue una situación muy rara, pues no pensaban que podían sacar a alguien de un lugar sólo por eso.
En las tradicionales saunas japonesas, llamados ofuros, la gente se baña desnuda y se prohíbe el acceso a gente con tatuajes.
A la entrada de estos centros se pueden ver carteles que lo indican "No tattoo", acompañado de un dibujo de una persona tatuada rodeada de un circulo rojo que indica que no deben pasar.