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El modelo matemático que calcula a partir de qué número de personas un puente puede empezar a balancearse

Un equipo de investigadores en EE.UU. lograron determinar la cantidad de personas que hacen falta para que un puente se mueva de lado a lado. Esto podría ayudar a evitar problemas como los que afectaron al famoso puente del Milenio en Londres.

Seguramente habrás notado al cruzar cualquier puente un leve movimiento -casi imperceptible- en su estructura.

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Pero si este bamboleo se hace más pronunciado nos encontramos ante un problema que, en la mayoría de los casos, se resuelve con una suspensión temporal del paso y una serie de modificaciones que pueden costar una fortuna.

Esto fue precisamente lo que pasó con el puente del Milenio, una estructura de acero colgante que cruza el río Támesis en Londres y que debió ser cerrado temporalmente pocos días después de su inauguración en el año 2000.

Una situación similar tuvo lugar en 2014 con el puente del Squibb Park en Brooklyn, Estados Unidos.

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¿A qué se debe este problema?

Según un equipo de investigadores de la Universidad del Estado de Georgia, en Atlanta, EE.UU., el movimiento es el resultado de la interacción entre los pasos de los peatones y la frecuencia de movimiento natural de todo puente.

Estos científicos, que publicaron recientemente el resultado de su investigación en la revista Science Advances, desarrollaron un modelo matemático que, tomando en cuenta el largo, el ancho y el material del que está hecho el puente, determina a partir de qué número de personas la estructura empieza a generar un movimiento oscilatorio.

Mejores diseños

Este modelo, además, cuestiona la antigua creencia que decía que el vaivén aumenta gradualmente a medida que crece el número de gente sobre el puente.

Según Igor Belykh, matemático y coautor del estudio, el balanceo se inicia repentinamente cuando la cantidad de personas supera un límite específico.

Por su movimiento, los londinenses lo bautizaron como el "puente tambaleante".

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