Un terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter sacudió este domingo la zona fronteriza entre Irak e Irán, causando la muerte de al menos 380 personas e hiriendo a más de 4.000.
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La mayor parte de los fallecidos están del lado iraní, en la provincia de Kermanshah (oeste del país).
Según una agencia de cooperación iraní unas 70.000 personas resultaron damnificadas por el sismo, uno de los más fuertes en lo que va del año.
Al menos siete personas fallecieron en Irak, donde el movimiento obligó a los habitantes de Bagdad a salir a las calles.
"Al principió pensé que era una gigantesca bomba. Pero luego oí a todo el mundo gritar ‘¡Terremoto!’", le contó a la agencia Reuters Majida Ameer, una madre de Bagdad.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el movimiento se registró a las 18:18 (GMT) y su epicentro se situó cerca de la ciudad iraquí de Halabja, en la región del Kurdistán fronteriza con Irán, y a una profundidad de nada más 33,9 kilómetros.