Ducharse, tomar bebidas frías o salir de la casa antes de un mes son actividades que desaconseja la medina tradicional china a quienes acaban de ser madres.
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Confinarse dentro de los límites de tu hogar es una práctica muy común en China y en otras partes de Asia donde la maternidad llega con una serie de reglas desconocidas para muchos.
La costumbre se ha extendido ahora a otras partes del planeta por la presencia de migrantes asiáticos en otros países.
"Estar enclaustrado es importante", aseguró Ching a la BBC desde su departamento de Londres que no abandona desde que fue madre hace un mes.
Para Ching, de origen chino, el enclaustramiento es fundamental para la protección inmunológica del recién nacido.
"Necesitan habituarse a sus padres y sus bacterias", defendió durante una video llamada con el programa Victoria Derbyshire ya que todavía no permite visitantes en la casa.
"Si no la practicas, es como si de alguna manera te pusieras a ti mismo en desventaja", argumentó con la convicción de que la madre también debe cuidarse después del parto.