Mientras cerca de 200 delegados discuten en la cumbre de la ONU en Bonn, Alemania, cómo implementar las medidas pactadas en el Acuerdo de París, en varios países del mundo se están gestando iniciativas para capturar el CO2 de la atmósfera y mitigar así el calentamiento global.
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Matt McGrath, corresponsal de Medio Ambiente de la BBC, viajó a Suiza para investigar uno de estos proyectos.
Aunque las concentraciones de CO2 son ahora más altas que en los últimos 800.000 años, este gas representa apenas un 0,04% de nuestra atmósfera.
Pero extraer dióxido de carbono del aire no es solo técnicamente difícil, sino que también costoso.
A media hora de Zurich, sin embargo, se está llevando a cabo un proyecto pionero que está tratando de hacer de la absorción del CO2 una iniciativa comercialmente viable.
Sobre el techo de un inmenso centro de reciclaje en Hinwil hay 18 ventiladores del tamaño de una lavadora grande, apilados uno encima del otro.
Estos aparatos chupan el aire que los rodea y los filtros cubiertos con sustancias químicas que tienen en su interior absorben el CO2.
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Estos filtros se extraen cuando están saturados y se calientan a 100º C con el calor generado por la planta de reciclaje.
Esto da como resultado gas de CO2 puro, que se recoge para ser utilizado más tarde.
Gol: US$100 por tonelada
La instalación, cuyo sistema captura dióxido de carbono directamente del aire, fue desarrollada por la compañía suiza Climeworks y puede capturar hasta 900 toneladas de CO2 por año.