"Era un día normal, estábamos trabajando cuando a eso de las 10:30 se acercó la secretaria a informarme que una puerta se había apretado. Al rato que la sacan, se encuentran que había un hueco en el piso", recuerda Mariuxi Cango, directora de La Inmaculada.
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La noticia corrió entonces por toda Zaruma, ciudad patrimonio del Ecuador desde 1990 y candidata a patrimonio cultural de la humanidad en la UNESCO desde 1998: debajo de un aula del antiguo edificio de las hermanas de la caridad había un socavón.
"En el aula cercana estaban trabajando en ese momento 37 niños más una docente. Fue un milagro de la virgen que la puerta fuera un llamado de atención y no pase que se desfonde el piso, porque entonces hubiésemos estado lamentando vidas", añade Cango.
Las maestras y los 260 alumnos fueron evacuados a un colegio nocturno y luego a otra institución educativa donde se encuentran hasta la fecha. La directora aún no lo puede creer.
"Yo nunca imaginé que íbamos a perder la escuela. Supuestamente a mediados de septiembre de 2017 íbamos a regresar. Pero el 21 de agosto de este año me llaman y me dicen que los demás bloques se habían afectado, había fisuras en los pisos y las paredes".