Una familia que alquila un departamento en Londres ha sido amenazada con ser desahuciada debido a las quejas de otros vecinos por los llantos de su bebé.
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La firma que maneja la propiedad les comunicó que si continuaba el ruido podrían recibir un aviso con dos semanas de antelación para desalojar. Los padres, que tienen una hija de 15 meses y un hijo de tres años, dicen que se trata de una "horrible discriminación".
La empresa aseguró que los vecinos estaban siendo importunados por el ruido de los niños y "otras molestias de ruido", que las protestas eran diarias y que estos otros arrendatarios tenían derecho a no ser molestados.
Attila y Ildiko Wurth viven en un ático en un edificio en el oeste de Londres con sus dos hijos.
Aseguran que se sintieron conmocionados al recibir un correo electrónico del agente inmobiliario en el que les explicaban que se había producido una "queja diciendo que a las 5:30 de esta mañana un bebé estaba llorando y pataleando y luego más ruido, empezando de nuevo a las 6:45, lo cual despertó a uno de los arrendatarios en la propiedad".
"Consecuentemente, nos hemos puesto en contacto con su arrendador y hemos sido instruidos para llegar a un acuerdo con ustedes para evacuar la propiedad cuanto antes", aseguraba el correo del agente inmobiliario.