El líder de Zimbabue, Robert Mugabe, prometió que seguirá liderando el partido gobernante, a pesar del aumento de la presión que pesa sobre él para que renuncie.
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En un mensaje televisivo en vivo, Mugabe, de 93 años, dijo que presidiría el congreso de la agrupación Zanu-Pf, en diciembre.
Sin embargo, horas antes, el Zanu-Pf lo había destituido como líder del partido, y le dio menos de 24 horas para renunciar como presidente.
De no hacerlo, sería sometido a un juicio político.
El poder de Mugabe se ha debilitado desde que los militares tomaron el poder del país el miércoles, ante la polémica sobre quién debía sucederlo en la presidencia, y lo pusieron bajo arresto domiciliario.
Esta crisis se desató después de que Mugabe despidiera a su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, a inicios de noviembre.
La decisión enfureció al ejército, que tomó el despido como un intento de poner a su esposa, Grace Mugabe, en posición de sucederlo.
El domingo, Mnangagwa fue nombrado nuevo líder de Zanu-Pf y candidato de este partido para las elecciones generales de 2018.