"La pena es persistente. Cuando uno llora a alguien que ama, uno la recuerda, recuerda su nombre, la recuerda una y otra vez. Nunca la olvida, de la manera en que una madre nunca olvida a un hijo. Es algo que no se puede superar, nunca desaparece".
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La artista colombiana Doris Salcedo lleva 30 años abordando el tema del dolor, la separación violenta, la muerte. Honrando meticulosamente a los muertos y desafiando la indiferencia pública al sufrimiento.
"Palimpsesto", su más reciente obra, que se expone desde octubre en el Palacio de Cristal, en Madrid, sigue la misma temática de la pena y el duelo.
Se trata de una enorme y técnicamente compleja instalación que tardó cuatro años en completarse e involucró un equipo de arquitectos, ingenieros hidráulicos, químicos y varios otros asistentes.
Pero el efecto es alucinante: el suelo de piedra de la instalación parece escribir en lágrimas los nombres de las víctimas de la actual crisis migratoria global.
"Hay que buscar maneras de honrar esas vidas. De la manera más extraordinaria que pueda imaginarme deberíamos hacer duelo por cada una de estas vidas, no importa de dónde vengan", le dijo Salcedo al director de la Royal Academy of Arts de Londres, Tim Marlow, que hizo un programa para la BBC sobre el montaje de esta obra conceptual.
Nombres con vidas e historias
La definición de palimpsesto es "manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto". O sea, unas palabras escritas sobre otras.
La instalación de Doris Salcedo juega con esa superposición de palabras, en este caso nombres, que aparecen y desaparecen.