Siempre hubo acosadores y acosados en las escuelas, pero gracias a internet y las nuevas tecnologías, los ataques han traspasado las fronteras de los patios de colegio y han llenado las redes sociales.
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Cada vez hay más casos.
"No puedes escapar a él, la burla es constante", le contó a la BBC Chloe Hine, una joven de 13 años que sufrió ciberacoso (acoso a través de internet).
El problema es que, tal y como dijo la psicóloga forense Mary Aiken, en el universo digital todo se magnifica. Amparados por el efecto de invisibilidad y los tentáculos invasivos del ciberespacio, los agresores encuentran nuevas formas de atacar a sus víctimas.
Las fotos comprometidas y los comentarios hirientes se extienden por la red y los grupos de WhatsApp, y quedan registrados para siempre. No solo queda dañada la persona, sino también su reputación. Muchas veces, de forma permanente.
"La red magnifica y amplifica los efectos del acoso", le dice a BBC Mundo Ruth Sala Ordóñez, una abogada penalista especializada en delincuencia informática.
"Por eso el ciberacoso está tomando tanto auge y velocidad; el hecho de que se difunda a través del mundo virtual hace que sea más agresivo", añade la especialista.