Ni terapias rejuvenecedoras, ni elixires, ni caros tratamientos en clínicas especializadas. Lo que necesitan los menonitas, la comunidad tradicional cristiana que rechaza la ciencia y la tecnología moderna, es una mutación genética.
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Un grupo de la comunidad Berne Amish de Indiana (Estados Unidos) parece tener el secreto para vivir más y mejor.
Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Feinberg de la Universidad Northwestern, en Illinois (Estados Unidos), en cerca de 200 miembros de entre 18 y 85 años de esta población observó que algunos tenían una mutación nula en el gen Serpine 1 que retrasa el envejecimiento en humanos.
Según el estudio publicado recientemente en la revista científica Advanced Sciences, la mutación hace que se produzca una menor cantidad de la proteína Pal-1 cuya función exacta todavía se desconoce, apunta el equipo investigador en la publicación.