Le bastaron siete meses.
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En ese período, y en una de las carreras políticas más fulgurantes de las últimas décadas en Chile, Beatriz Sánchez pasó del periodismo a las lides electorales y logró 20% de los votos como candidata presidencial del Frente Amplio, la nueva coalición política que en las elecciones del domingo pasó de 2 a 20 diputados y eligió a su primer senador.
Con un estilo directo, reconociendo que estaría siempre "dando examen por no ser política", Sánchez enfrentó una dura campaña que se desarrolló bajo la sombra de las encuestadoras y la mayoría de los analistas chilenos, que, en general, plantearon que la conductora no lograría más del 10%.
En las urnas, dobló esa cifra y casi alcanzó a Alejandro Guillier, el candidato que representa a varios partidos del gobierno de Michelle Bachelet, y quien se enfrentará el 17 de diciembre en segunda vuelta al expresidente Sebastián Piñera, que obtuvo el 36% de los votos en unos comicios que muchos en su sector daban por ganados.
Y aunque no pasó a la segunda vuelta, Sánchez encarna las esperanzas de un electorado que le dio la espalda a los partidos tradicionales chilenos. Su fuerza política puede ahora definir quién será el próximo presidente de Chile.
¿Qué quieren Sánchez y el Frente Amplio?
"Vivir más felices", le dice la ex candidata a BBC Mundo, en una de las salas del comando que usó durante su campaña, un espacio sin decorados, donde los jóvenes circulan en pantalones cortos y sandalias. En una de las paredes se lee su nombre escrito en coloridas letras de papel.
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"Yo me río mucho cuando nos tratan de ver como los "buenitos". Yo sé la sociedad en la que vivo, no me paso fantasías y tampoco quiero transformar la sociedad. Lo que yo digo, lo que buscamos, es que esta sociedad levante nuestras banderas como sentido común".
¿Sentidos comunes como cuáles?
Queremos que se instale como un sentido común que un sistema de pensiones individual nunca va a dar buenas pensiones y que lo que hay que hacer es que cada uno aporte lo que tiene o puede y reciba lo que necesita.
Que se respete la libertad de elegir de las personas. Porque esa libertad de tomar decisiones hoy no existe.