El llamativo crecimiento del bitcoin de las últimas semanas no ha bastado para acallar las dudas que genera un mercado que ofrece gigantescos retornos pero que no está sometido a controles regulatorios.
PUBLICIDAD
Sin embargo, el aumento de su valor ha quedado ensombrecido por la explosiva alza de una criptomoneda mucho menos conocida.
Se trata del IOTA, un producto de inversión que se autodeclara "la columna vertebral" de la economía de la "internet de las cosas".
El valor del IOTA se incrementó unimpresionante 774% desde comienzos de noviembre hasta la fecha.
Esto ha subido la capitalización total de mercado del IOTA a US$12.000 millones, permitiéndole ingresar a la lista de las cinco mayores divisas virtuales del mundo (bitcoin, ethereum, bitcoin cash, IOTA, ripple), de acuerdo con el sitio de información financiera MarketWatch.
Esto ocurrió tras la publicación de versiones de que varias empresas tecnológicas de alto perfil (incluida Microsoft) estaban coordinando esfuerzos con la ONG alemana que monitorea el IOTA crear un mercado seguro de datos para que estos no sean desperdiciados.
El cofundador y director ejecutivo de IOTA, David Sonstebo, le dijo a la cadena de noticias financieras CNBC que "en la actualidad el 99% de esta valiosa información se pierde en el vacío".
PUBLICIDAD
"IOTA incentiva la idea de compartir los datos a través de sus transacciones libres del pago de una tasa y asegurando gratuitamente la integridad de la información", agregó.
Según el sitio especializado Cryptocurrencychart.com, el 6 de diciembre el IOTA llegó a valer US$4,5 por unidad, mientras que el bitcoin se ubicó en US$12,962.
La polémica por el crecimiento
A diferencia de las monedas convencionales, las criptomonedas son representaciones digitales de un valor que no son emitidas por un banco central o una entidad de crédito. Son divisas virtuales.
La más popular seguramente es el bitcoin, un archivo que se almacena en una "cartera digital" de un computador.
Las principales maneras de adquirir criptomonedas son: comprarlas con dinero "real"; vender productos o servicios que se paguen con ellas y adquirirlas a través de nuevas empresas que hacen sus propias monedas virtuales.
Es un mercado que no tiene ninguna regulación por parte de los gobiernos o entidades de crédito, sino que está completamente en manos de inversionistas privados.
Y está en auge: el valor del bitcoin, también conocido como el "oro digital", creció más de 1.200% en el último año.