Cuando Roy Aspinall se acercó a ofrecerle un cigarrillo a un hombre sin techo en Wigan, en las afueras de Manchester, encontró algo en sus rasgos que despertó su curiosidad.
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Ese no se qué en el rostro de este hombre de 28 años le causó intriga, y por ello decidió pararse a conversar con él cuando regresó a la iglesia, después del servicio en honor a los caídos durante la Primera Guerra Mundial.
En realidad, cuando acabó el sermón, Aspinall se marchó. Pero a mitad de camino decidió regresar para tomar fotografías del lugar, algo que antes no había podido hacer por la cantidad de gente que había en el recinto religioso.
Fue recién al regresar que descubrió al vagabundo sentado en el patio de la iglesia.
Pregunta va pregunta viene y Aspinall se dio cuenta rápidamente de que el extraño eraBilly White, el hermano (ahora de 28 años) al que había visto por última vez cuando era bebé en un cochecito.
Lágrimas de emoción
Aspinall, veterano de guerra que sirvió en el Regimiento Lancashire de la Reina, cuenta que lo sobrepasó la emoción cuando se dio cuenta del significado de este encuentro que ocurrió por pura casualidad.