Hace menos de cinco meses el Real Madrid se mostraba intratable en el mundo del fútbol.
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Tras pasar por encima del Manchester United en la Supercopa de Europa y humillar al Barcelona en su versión española, los medios de comunicación y aficionados de todo el mundo se rendían ante la máquina de hacer fútbol del técnico Zinedine Zidane.
La leyenda del fútbol francés llegó como bombero de emergencia en enero de 2016 para apagar el fuego desatado en la casa blanca por el Barcelona del tridente de Luis Enrique y la falta de resultados de Rafael Benítez en el banquillo.
Pero Zidane no sólo pudo dominar las llamas, sino que además logró reconstruir en pocos meses la aureola de todopoderoso del Madrid, la misma que lo acompaña desde que ganó cinco veces consecutivas la Copa de Europa a mediados del siglo pasado.