¿Qué tienen que ver unos pantalones calientes y unos ratones con la economía de la innovación?
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Poco, pero sí ilustran el contraste entre la idea de la mejora incremental contra la de los avances arriesgados. Y las experiencias de dos científicos, Matt Parker y Mario Capecchi, proporcionan una visión fascinante de las diferentes formas de progreso.
Parker fue jefe de mejoras marginales para el ciclismo británico y ayudó al equipo a acumular medallas en los Juegos Olímpicos de 2012 a través de innovaciones tales como unos pantalones calentados eléctricamente.
El científico notó que los deportistas calentaban sus músculos antes de la carrera, pero luego tenían que sentarse en sus bicicletas a esperar que empezara la carrera. Los pantalones ayudaron a que mantuvieran sus músculos calientes.
Se dio cuenta también de que si frotaban las ruedas con un poco de alcohol, les quitaban polvo y les daban un poco más de fricción para que al empezar la carrera ganaran un poco de tiempo. Y ese ‘poco’ es clave.
Se aseguró de que se lavaran las manos a menudo para que gérmenes que circulan en los eventos deportivos internacionales no los enfermaran; que llevaran siempre una almohada ortopédica, para que no se levantaran con dolores musculares; y que maximizaran la recuperación entre las semifinales y las finales.