La gripe causada por el virus H3N2 está causando estragos este año y, según los expertos, podría llegar a superar los peores brotes de influenza de los últimos tiempos.
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Países que viven actualmente su temporada de clima frio como Francia o Reino Unido vivieron un drástico aumento de casos de contagio en las últimas semanas, después de que Australia registrara en su invierno cifras récord de hospitalizaciones y muertes por gripe estacional.
En Estados Unidos, el número de personas que acudió a hospitales para buscar atención médica contra la enfermedad esta temporada es ya el más alto desde la epidemia de gripe porcina de 2009.
Tal como indicaron las autoridades sanitarias federales, la influenza causada por el virus H3N2 (también conocida como "gripe australiana") ya ha causado la muerte de más niños de lo que suele ser habitual en esta época del año.
Según las autoridades, 37 niños murieron y casi 12.000 pacientes fueron internados en hospitales de todo el país.
A este ritmo de infección, alrededor de 34 millones de personas habrán contraído la enfermedad cuando finalice la temporada, aseguraron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
"Este es el nivel más alto de actividad que se ha registrado desde la pandemia de 2009", indicó este viernes el director de los CDC, Daniel Jernigan.
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A excepción de Hawái, los otros 49 estados están informando de "extensa" actividad de influencia, dijo.
Un niño de 12 años de Florida, Dylan Winnick, murió este martes a causa del virus.
Según sus familiares, que lo describieron como un niño sano, Dylan murió un día después de mostrar síntomas de fiebre.
Por qué la enfermedad ha sido tan virulenta este año
El virus H3N2 que ha azotado a la nación este año es el más letal de las llamadas "cepas estacionales".
Esta cepa suele causar los peores brotes de los dos tipos de virus de influenza que circulan en seres humanos y que causan epidemias estacionales: el A y el B.
Las temporadas en las que domina la cepa H3N2 están asociadas con más hospitalizaciones, más muertes y más enfermedades.
Los que por lo general se ven más afectados son los niños pequeños, los ancianos y la gente con ciertas enfermedades crónicas.
Tal como explicó el doctor Jenigan: "Entre los virus que odiamos, al que más odiamos es al H3N2".
Esta cepa, que ha estado circulando durante unos 50 años y que también suele conocerse como "la influenza australiana", es capaz de mutar muy rápido para poder burlar al sistema inmune.