Ha pasado más de un año y medio desde que la mayoría de británicos votó a favor de abandonar la Unión Europea y casi 11 meses desde que Downing Street le notificó la decisión a Bruselas.
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Y esta es una semana clave para saber cómo van avanzar en ese tema.
Este miércoles, el jefe negociador para el Brexit por parte de la Unión Europea, Michel Barnier, presentó el borrador de su propuesta para el divorcio con Reino Unido que contempla mantener el territorio británico de Irlanda del Norte dentro del mercado único y a unión aduanera del bloque para evitar una frontera física con Irlanda, miembro de la UE.
Bruselas afirma que el plan solo entraría en vigencia si no se puede encontrar otra solución al problema fronterizo, pero el borrador ya fue rechazado por la primera ministra británica, Theresa May.
"La propuesta (…) quebrantaría el mercado común británico y amenazaría la integridad constitucional de Reino Unido", señaló May sobre la posibilidad de que la frontera comercial quedara delineada en el mar de Irlanda, que separa Irlanda del Norte de Gran Bretaña.
Esta controversia es solo un ejemplo más de la incertidumbre que rodea el Brexit y la manera en la que se llevará a cabo.
Ello se debe en parte a que tanto los términos de la salida de Reino Unido de la UE como la forma que tomará la nueva relación entre los futuros antiguos socios son objeto de una compleja negociación que está lejos de haber concluido.
Pero el problema más grande tal vez sea que el mismo Reino Unido todavía no parece saber qué tipo de Brexit quiere.