"Los dos demandados idearon un plan para matar a miles de civiles e, intencionadamente, usaron fuerza letal contra las protestas políticas para reprimir la oposición".
PUBLICIDAD
Esta afirmación es parte de una demanda civil contra el expresidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y su exministro de Defensa, José Carlos Sánchez Berzaín.
Ambos son juzgados estos días en Estados Unidos por su presunta responsabilidad en la muerte de más de 50 personas en la represión militar de las protestas ocurridas en Bolivia a mediados de 2003.
Aquel episodio, conocido como la Masacre de Octubre, es uno de los más oscuros en la historia reciente de Bolivia.
Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín, quienes dimitieron de sus cargos y abandonaron el país tras los sucesos de 2003, tendrán que responder ahora por lo que la acusación considera "asesinatos extrajudiciales", en un proceso legal que se celebra en Florida y que fue calificado de "histórico".
"Será la primera vez que un exjefe de Estado se siente frente a sus acusadores en un juicio civil de derechos humanos en una corte en EE.UU.", señaló el Centro de Derechos Constitucionales, una de las organizaciones que representan a los demandantes.