Ser maquiavélico es ser un seguidor de los principios de Maquiavelo, o bien "astuto y engañoso", dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua.
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Esta definición a menudo se reduce a la máxima "el fin justifica los medios" y los periodistas disfrutan de aplicar este epíteto a los políticos.
Pero, si examinamos la obra y fuentes de Maquiavelo, ¿revelarán que también se le puede aplicar a él?
Maquiavelo escribió "El príncipe" en 1513 mientras estaba exiliado de Florencia.
Había servido al gobierno florentino en varias posiciones desde 1498, llegando a ser secretario del segundo canciller, lo que implicó numerosas misiones diplomáticas.
En el curso de estos viajes al extranjero, Maquiavelo se encontró con muchos de los personajes que figurarían prominentemente en "El príncipe", como César Borgia, el hijo del papa Alejandro VI.