Ana Brun dice que el papel de Chela, a quien encarna en la película "Las herederas" y que le valió un Oso de Plata a la mejor actriz, el primer galardón del Festival Internacional de Cine de Berlín en la historia de Paraguay, le fue "arrancado" de su propia vida.
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"Es que así lo siento", le dice a BBC Mundo.
Chela es, como la propia Brun, una paraguaya bien adentrada en la sesentena que vive en pareja con otra mujer (Chiquita, interpretada por Margarita Irún) en un acaudalado suburbio de Asunción.
Pero sus vidas ya no son tan acomodadas y se ven obligadas a vender sus herencias, muebles, cuadros y utilería para llegar a fin de mes, algo que intentan ocultar a sus vecinos y amistades.
Todo promete agravarse cuando un banco demanda a Chiquita por estafa y es encarcelada.
Sin embargo, a Chela, quien hasta entonces se había dejado vencer por la vida, se le abre una posibilidad laboral y, principalmente, una romántica.
Eso le permite escapar del lugar social al que debería pertenecer. Y también llevar a cabo así una íntima y sutil —en concordancia con el tono general de la película— revolución sexual en una sociedad conservadora.