Que los habitantes de países con altos nivel de desarrollo, como los nórdicos, aparezcan cada año encabezando los informes de felicidad no es sorprendente.
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Pero varios países de América Latina, algunos con serios problemas económicos y de seguridad, también resultan mucho mejor posicionados que naciones de otras regiones con similares problemas, ¿a qué se debe esto?
En la edición 2018 del Informe Mundial de la Felicidad, publicado el miércoles por la iniciativa Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible de la ONU, Finlandia, Noruega y Dinamarca encabezan la lista de las naciones con la población más feliz.
Países con altos niveles de desarrollo como Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia y Australia están entre los 10 primeros.
Y Costa Rica aparece en el lugar 13 de los 142 evaluados, superando incluso a Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido o Francia.
México, Chile, Panamá, Brasil, Argentina, Guatemala y Uruguay también superan a países como Singapur, España, Italia o Japón.
Según los autores del informe, John F. Helliwell, Richard Layard y Jeffrey D. Sachs, hay una característica de los latinoamericanos que los hace diferentes.
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"Inusualmente felices"
Al igual que en 2017, el Informe Mundial de la Felicidad considera seis indicadores para evaluar en una escala del 0 al 10 la felicidad de las naciones.
Se considera el ingreso per cápita, el bienestar social, la salud y esperanza de vida, la libertad social, la generosidad y la ausencia de corrupción.
También se consideran factores subjetivos, como la percepción que cada quien tiene sobre qué lo hace feliz.
La cuestión es que América Latina no consigue los mejores resultados en esos indicadores: hay altos niveles de pobreza, desigualdad, violencia y corrupción.
Es pero ello que el informe señala que la región es "inusualmente feliz".
La explicación que dan los investigadores de este informe es que la felicidad de la región es una demostración de que el sentirse bien no solo implica aspectos medibles por indicadores, como el nivel de ingresos, sino también los subjetivos, como el carácter fraterno de los latinoamericanos.
"El caso de América Latina muestra que la abundancia y la naturaleza de las relaciones interpersonales es un importante motor de la felicidad", dicen los autores del informe.
La gente en la región tiende a generar relaciones interpersonales "abundantes" y no solo eso, pues son "cercanas, cálidas y genuinas".