Está a más de medio universo de distancia, tan lejos que su luz demoró 9 mil millones de años en llegar a la Tierra.
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Aún así, el telescopio espacial Hubble de la NASA consiguió retratarla.
Se llama MACS J1149+2223 Lensed Star 1, pero ha sido apodada Ícaro, en honor al personaje mitológico griego que voló tan cerca del Sol que la cera de sus alas se derritió.
Ícaro es la estrella más distante jamás fotografiada, afirmaron astrónomos de la NASA y de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, en un artículo publicado este lunes en la revista científica Nature Astronomy.
"Normalmente, (Ícaro) sería demasiado débil para verse, incluso con los telescopios más grandes del mundo", explicó la agencia espacial estadounidense en un comunicado.
"Pero gracias a un raro fenómeno de la naturaleza que amplifica tremendamente el débil brillo de la estrella, los astrónomos que usan el Telescopio Espacial Hubble de la NASA pudieron localizar esta estrella lejana y establecer un nuevo récord de distancia", continuó.
El fenómeno que permitió observar a esta estrella azul súper gigante albergada en una agrupación galáctica distante se llama "lente gravitacional".
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Una lupa natural
"La gravedad de una agrupación galáctica masiva en primer plano actúa como una lente natural en el espacio, doblando y amplificando la luz", informó la NASA.
Esa luz es la que hace que objetos tenues y distantes brillen lo suficiente como para ser retratados, agregó la agencia.