La investigación, aseguran los expertos, es un avance que podría cambiar la definición de lo que es la muerte. Pero con ésta han surgido varias cuestiones éticas.
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La primera de ellas es: ¿estaban los animales conscientes cuando su cerebro se mantuvo vivo después de haber sido decapitados?
Los investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, dicen que después de haber decapitado a los cerdos lograron restaurar la circulación hacia su cerebro y mantener los órganos vivos durante 36 horas.
El objetivo del estudio, afirman, es encontrar una forma de estudiar el cerebro vivo en el laboratorio, algo que hasta ahora es imposible, para entender como funciona y poder desarrollar tratamientos para una serie de enfermedades.
Pero también plantea una posibilidad de poder extender la vida, si algún día lograra mantenerse vivo un cerebro humano fuera del cuerpo.