Es un goteo muy lento pero incesante. En 1955, solamente 23 países del mundo tenían relaciones diplomáticas con China continental, mientras el resto de naciones reconocían a Taiwán. Para 2008, la situación se había invertido y Taipéi contaba con el reconocimiento de apenas 23 estados, 12 de los cuales -por cierto- se encontraban en América Latina y el Caribe.
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Desde entonces ha sido constante el pulso diplomático entre China y Taiwán, considerado por Pekín como una provincia rebelde. Y el lunes se vivió el último capítulo con el anuncio de República Dominicana de romper sus relaciones diplomáticas con Taipéi para mirar hacia el continente.
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El anuncio de la decisión de la nación caribeña se dio menos de un año después de que Panamá hiciera lo mismo y con ella se redujo a 19 el número total de países que reconocen a Taiwán como un estado soberano.
"En este momento Taiwán no está completamente aislado pero lo ocurrido es preocupante para las autoridades de ese país y tiene grandes implicaciones para su interés en promoverse como un representante de China en términos globales", señala Margaret Myers, directora del Programa de América Latina y el Mundo de Diálogo Interamericano, en conversación con BBC Mundo.
¿Aislado?
Tras el fin de la guerra civil en 1949, China y Taiwán (cuyos nombres oficiales son República Popular China y República de China) se dividieron pero fue el de Taipéi el gobierno que acaparó más reconocimientos internacionales.
Esta situación se mantuvo hasta inicios de la década de 1970, cuando Pekín ingresó a la ONU, estableció relaciones con Estados Unidos y despojó a Taiwán del asiento permanente que hasta entonces ocupaba en el Consejo de Seguridad de la ONU.