"Crear automóviles que no envejezcan, que se queden para siempre", decía Frank Stephenson hace unos años.
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Y eso fue lo que logró como diseñador de carros en BMW, Ferrari, Maserati y McLaren.
Hijo de padre noruego y madre española, Frank Stephenson Santos creció en Casablanca (Marruecos) y en Málaga (sur de España), donde aprendió a sacar abolladuras a base de martillazos en un taller que tenían su padre y un tío.
Competía en carreras de motocross, hasta que su padre le dijo que aprovechara su talento y siguiera una carrera universitaria.