BBC Mundo

Cómo detectar (y evitar) que las microagresiones se cuelen en los lugares de trabajo

Las microagresiones son una manifestación, a menudo inconsciente, de nuestros prejuicios. Sin embargo, para quienes las sufren, pueden ser una fuente de estrés y ansiedad. ¿Cómo podemos darnos cuenta de ellas.

A una directora ejecutiva: ¿Puedo hablar con tu jefe?

PUBLICIDAD

A un enfermero: "La verdad que no se ven muchos hombres enfermeros".

A un pasante en una organización LGBTQ: "Tú no pareces homosexual".

A un colega que no es blanco en una oficina con gente predominantemente blanca: "¿De dónde eres?… No, me refiero a de dónde eres realmente".

A una persona mestiza: "¿Tú qué eres?".

  1. Microagresión: cómo podemos ser racistas y machistas sin darnos cuenta

Ésta es una pequeña lista que engloba las llamadas microagresiones: preguntas, comentarios breves o acciones que tienen lugar a lo largo del día y que hacen que muchos —sobretodo aquellos que pertenecen a grupos marginados— se sientan mal con ellos mismos.

La lenta acumulación de estas microagresiones pueden generar baja autoestima, sentimientos de alienación y, eventualmente, problemas de salud mental, advierten investigadores.

PUBLICIDAD

También contribuyen a crear un ambiente de trabajo tóxico.

Pero hay medidas que puedes implementar para manejar estas situaciones delicadas si eres objeto de estas agresiones o si, por el contrario, sin siquiera darte cuenta, eres quien hace este tipo de comentarios.

Buenas intenciones

A diferencia del discurso de odio, las microagresiones no tienen la intención de ser maliciosas, aunque su impacto sea negativo.

No se manifiestan, necesariamente, de forma verbal. Pueden ser pequeñas acciones también, que para los no afectados pueden resultar invisibles e inofensivas.

Muchas veces no se trata de palabras sino de gestos que resultan ofensivos para la persona que se siente víctima de una microagresión.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último