"No hay nada malo en despotricar, pero solo si lo haces bien", le dice a BBC Mundo Carl Richards, consultor financiero y autor del libro "La Brecha Conductual".
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"Si lo haces mal, puedes perder tu trabajo", agrega.
Su propuesta es básicamente maldecir de una manera productiva. Y la idea se le ocurrió después de mandar un correo enojado.
"Hay una persona que me ayuda a organizar los viajes. Estaba cansado, no había dormido en mi cama. Algo no salió bien y ni siquiera era un gran problema, pero me enojé. Entonces le escribí un correo a esta persona. Conversamos y, al final, era yo el que había hecho algo mal", cuenta Richards.
"Nunca, pero nunca, es una buena idea mandar un correo laboral estando molesto", agrega.
"Me acuerdo que tuve una diferencia de opinión con un empleado. Escribí un correo, pero antes de mandarlo me fui a caminar. Y cuando volví, 15 minutos después, todo estaba mejor".
El experto defiende que hay maneras de descargar tu rabia sin correr el riesgo de quedarse sin empleo.
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¿Cómo? Richards definió cuatro reglas claras para lograrlo.
Regla 1:
Si estás furioso, es mejor no mandar un correo electrónico. Incluso si crees que tienes la razón y que la otra persona está completamente equivocada, no lo hagas.
Es mejor pensarlo 10, 20 o 100 veces antes de terminar arrepintiéndose por un arrebato que, además de tener consecuencias, es irrefutable porque ha quedado por escrito.