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“Fui interrogada mientras sangraba”: el testimonio de una mujer procesada por abortar

Una joven brasileña que tomó una píldora abortiva en casa ahora espera la sentencia de un juez que podría enviarla a la cárcel. Ella fue denunciada por la doctora que la trató en el hospital y su caso no es aislado en este país de duras leyes contra el aborto.

En la pequeña ciudad donde vive Juliana, el juicio más difícil de enfrentar es el de los vecinos y compañeros de trabajo.

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La noticia de que la joven había abortado se esparció rápidamente después de que le iniciaron un proceso penal por interrupción del embarazo, a inicios de este año.

"Uno es juzgado por miles de personas. A veces, uno consigue lidiar con el problema, pero muchas veces se traslada a los familiares. Ellos sufrieron mucho, mis hijos", dijo Juliana, de 26 años, en entrevista con BBC Brasil.

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"Al igual que yo, ellos también son prejuzgados, condenados, crucificados, como si la gente pudiera hacer justicia con sus propias manos".

La historia de Juliana no es un caso aislado en Brasil, un país donde hay tramitados centenares de procesos contra mujeres acusadas de abortar en todos los estados.

Sola y en secreto

El aborto en Brasil solo está permitido en casos de estupro, riesgo para la vida de la madre y feto con anencefalia (por decisión del Tribunal Supremo Federal). La pena para una embarazada que provoca la interrupción del embarazo es de hasta tres años de prisión.

Juliana estaba recién separada y mantenía una relación con un joven cuando descubrió que estaba embarazada. Dijo que no tenía condiciones económicas ni psicológicas para tener otro hijo.

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"Sabía como era tener hijos, la responsabilidad de tener dos hijos, la responsabilidad que siempre recae en la madre. Si está enfermo, es la madre quien lo tiene que cuidar. No puede faltar mucho tiempo al trabajo, si no se descuenta. Yo sabía que no quería tener un tercer hijo".

"Los métodos de prevención, tanto con preservativo como con píldora, son 99% seguros. ¿Pero qué ocurre con ese 1%, cuando ocurre y no quieres?", pregunta.

Después de intentar abortar en casa, Juliana acudió a emergencias de un hospital público.

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