Por más de una semana, pobladores de Masaya se reunieron a media noche, megáfono en mano, frente al cuartel de policía.
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El mensaje que leían iba dirigido a unos de los subdirectores de la Policía de Nicaragua atrincherado en un cuartel: "Comisionado Avellán, ríndase, el pueblo le preservará la vida".
Avellán nunca respondió al mensaje y obviamente no se rindió.
Se mantuvo más bien atrincherado desde que la población decidió levantar barricadas en todo Masaya para no dejar salir ni entrar a nadie, ni siquiera a las tropas policiales.
Masaya es una ciudad rebelde de 162.000 habitantes ubicada a 28 kilómetros de Managua.
En 1979 fue un bastión para los guerrilleros rebeldes del FSLN cuando derrocaron por la vía armada a Anastasio Somoza Debayle.