Salió a correr y terminó en la cárcel.
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Cedella Roman, una joven francesa de 19 años estaba visitando a su madre en la Columbia Británica, en Canadá, cuando decidió una noche salir a trotar por la playa.
Según contó a medios canadienses, cuando subió la marea, se dirigió a un camino de tierra unos metros más adentro y se detuvo para tomar una fotografía antes de volver sobre sus pasos.
Siguió avanzando por la arena, hasta que fue confrontada por dos agentes de la patrulla fronteriza estadounidense: había cruzado sin darse cuenta hasta Blaine, en Washington.
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"Comenzaron a decirme que había cruzado la frontera ilegalmente y le dije que realmente no lo había hecho a propósito", cuenta Roman en entrevista con Radio-Canadá.
La joven relata que pensó en un inicio que podría recibir una advertencia o, en el peor de los casos, una multa.
Pero sin identificación y con solo la ropa que llevaba puesta, comenzó a darse cuenta de la gravedad de su situación.
"Aunque pensé que era realmente serio, no creí que me iban a meter en la cárcel", afirma.