En México es fácil matar y nunca pisar la cárcel.
PUBLICIDAD
Los números hablan por sí solos: por cada 100 casos de asesinato, solo en cinco se condena a un responsable.
Las razones que explican la alta impunidad son varias y los errores y deficiencias se suceden en todos los eslabones de la investigación.
El combate a la impunidad es uno de los grandes retos del próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador y él mismo lo puso en el centro de su agenda, tanto en campaña como tras resultar ganador de las elecciones del domingo.
Hay estados donde el dinero no llega, y faltan desde ambulancias forenses para trasladar cuerpos, hasta morgues y laboratorios para estudiarlos. En los lugares a los que sí llega el dinero, se desperdicia en comprar equipos que no se utilizan.
La capacitación de policías y agentes también es prácticamente nula. Y hay más problemas. La mitad de los estados no tiene fiscalías especializadas para investigar homicidios.
- ¿Por qué la comunidad internacional no reacciona con más indignación ante los miles de muertos y desaparecidos de México?
- Por qué 2017 es el año más violento de la historia reciente de México
Peor: hay casos que sí se investigan, pero más que buscar la verdad, lo que importa es tener un detenido, aunque no sea culpable.
PUBLICIDAD
La excepción y no la regla
Solo de 2010 a 2016 fueron asesinadas 154.557 personas en México, pero en el 94,8% de esos casos no hay un culpable sentenciado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esto arroja la tasa de 5 sentencias por cada 100 víctimas de homicidio, cuando en el continente americano la tasa promedio es de 24 por cada 100 víctimas. En Asia son 48 y en Europa 81, según datos de la ONU.